El poder de los objetivos
- infomarketing infomarketing
- 16 dic 2024
- 3 Min. de lectura
En el universo del marketing, los objetivos son como ese amigo que siempre te recuerda qué ibas a hacer cuando estás a punto de perderte en YouTube viendo vídeos de gatos. Sin ellos, tu estrategia sería un caos absoluto, una montaña rusa de acciones desordenadas y sin sentido.
¿Por qué son tan importantes? Aquí te lo contamos con un toque de humor.
1. Definen el rumbo de tu estrategia
Los objetivos son el "Google Maps" de tu estrategia. Sin ellos, es fácil perderse en un océano de ideas geniales (y otras no tanto).
Por ejemplo:
Si quieres aumentar las ventas, no vas a estar haciendo memes (aunque un meme viral nunca está de más). Si buscas reconocimiento de marca, no puedes quedarte solo con un "síguenos por favor" en redes sociales.
Tener un objetivo claro te ahorra tiempo, esfuerzo y ese sentimiento de “¿pero qué estoy haciendo con mi vida?”.
2. Permiten medir resultados
¿Has sentido alguna vez que trabajaste muchísimo y al final no sabes si funcionó? Es como hacer dieta y no subirse a la báscula.
Los objetivos evitan esto, porque hacen que los resultados sean medibles.
Por ejemplo:
En lugar de decir "quiero más tráfico web", di: "Quiero aumentar el tráfico web en un 30% antes de que termine el trimestre."
Así, sabes si celebrar con una copa de champán o volver a la mesa de planeación.
3. Ayudan a tomar decisiones inteligentes
Con objetivos claros, priorizas lo que realmente importa. Si tienes un presupuesto ajustado (como el 99% de las empresas), mejor gastarlo en algo que impacte directamente en tus metas.
Por ejemplo:
Si tu objetivo es aumentar seguidores, no vas a gastar todo el presupuesto en anuncios de Google.
Si buscas ventas, no te quedes solo en el feed bonito de Instagram.
Los objetivos son esa voz sensata que te dice: “No lo hagas, no tires el dinero.”
4. Motivan al equipo
Tener objetivos claros es como jugar un partido de fútbol donde todos saben dónde está la portería. Así, tu equipo no estará pateando el balón para cualquier lado. Además, alcanzar una meta es como ganar la final: ¡todos felices y con ganas de más!
Y, sinceramente, ¿quién no disfruta tachar algo de la lista de pendientes? Es puro placer.
5. Te muestran dónde la regaste
Los objetivos son como ese espejo que nunca miente: te dicen qué funcionó y qué no. No temas a los errores, son oportunidades de mejora (aunque duelan al principio).
Por ejemplo:
Si tu anuncio no convirtió, ¿fue el mensaje, el diseño, o simplemente mala suerte?
Si tu campaña no tuvo alcance, ¿elegiste el canal correcto o el algoritmo te traicionó?
Aprender de los fallos es parte del proceso (y siempre puedes echarle la culpa al algoritmo si todo falla).
6. Facilitan el análisis del ROI
El ROI (Retorno de la Inversión) es ese número que todos quieren ver al final. ¿Gastaste 1.000 € y ganaste 3.000 €? Perfecto, ¡te invitas una ronda! Pero si los números no cuadran, es hora de replantear la estrategia.
Sin objetivos, medir el ROI sería como intentar descifrar jeroglíficos: un dolor de cabeza garantizado.
Cómo crear objetivos que no te hagan sudar frío
Sigue la regla de oro del marketing: que tus objetivos sean SMART:
Específicos: Nada de “quiero más clientes”; dilo claro.
Medibles: Si no puedes medirlo, no sirve.
Alcanzables: No intentes duplicar tus ventas en dos días (a menos que seas un mago).
Relevantes: Enfócate en lo que realmente importa para tu negocio.
Temporales: Pon una fecha límite. Nada de “algún día lo lograré”.
